Cuando pensamos en la instalación y mantenimiento de un ascensor, es importante diferenciar bien si nos encontramos ante ascensores comunitarios, esto es, perteneciente a una comunidad de vecinos; o si por el contrario hablamos de un ascensor de vivienda unifamiliar.
Aunque en apariencia no hay muchas diferencias entre un ascensor para casa y los ascensores comunitarios más allá de la estética (los primeros, en general, se prestan más a la personalización de ciertos elementos) sí hay diferencias en cuanto a la gestión y las capacidades de estos.
La gestión de los ascensores comunitarios, en tanto que forman parte de una comunidad de vecinos, dependerá de esa misma comunidad y se regirá en muchas cuestiones por la Ley de Propiedad Horizontal. Sin embargo, hay otras leyes que afectan de forma directa a los ascensores de una comuidad de vecinos, como la Ley de Accesibilidad. Esta obliga a las comunidades de vecinos a instalar ascensores comunitarios siempre y cuando lo soliciten personas con alguna discapacidad o mayores de 70 años.
ASCENSORES CON TRÁFICO INTENSIVO
Los ascensores comunitarios tienen un tráfico más elevado que los de ascensores de casas, por lo que tienen que tener una mayor resistencia y un mayor espacio en el habitáculo. Además, cuando pensamos en ascensores comunitarios, es también necesario tener en cuenta en el bienestar de todos sus posibles usuarios actuales y futuros. Por eso, es importante elegir medidas que garanticen su accesibilidad, como la elección de puertas lo suficientemente grandes para que quepan carros de bebés y sillas de ruedas y que, dentro de lo posible, estén bajados a cota a cero.
Como consecuencia de su uso intensivo, un ascensor de una comunidad debe pasar un mayor número de revisiones que un edificio unifamiliar. Estas dependerán del número de alturas del edificio.
Si la comunidad de vecinos es muy grande o hablamos de complejos residenciales, también puede resultar interesante la opción de pensar en instalar más de un ascensor comunitario para garantizar el mejor servicio a todos sus usuarios.
Es importante tener en cuenta que independientemente de las alturas del edificio y del número de puertas, disponer de ascensores comunitarios es también una forma de aportar valor económico al conjunto del edificio y a las viviendas que alberga en su interior.
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